martes, 2 de febrero de 2010

rutinas

Después de no quiero perderte, pero no hago nada para mantenerte conmigo, después del te amo, pero no lo demuestro, es cuando uno empieza a entender que no se da un beso como si fuera el último, sino que sabe, en lo más profundo, que va a ser el ultimo beso. Y es que recién después de llorar las inevitables lágrimas reglamentarias y decir lo que en estos casos hay qe decir, uno puede comenzar a andar solo y saber que nunca más volverá a mirar esos ojos, besar esa boca, tocar esas manos, sentir ese cuerpo. Es saber que nunca más..Y después de tanto maquinarnos y elaborar cómo sería la fórumla para decir adiós, uno la termina utilizando. Entonces, quizás después de algunos minutos o días o, en los peores casos, meses, uno se pregunta cómo se puede ser tan rídiculo si se sabe que vos me amás y yo te amo, y que no me llamás y que yo no te llamo.

2 comentarios:

Nico Biello dijo...

Creo que cuando leia estuve a punto de llorar fran. Este me gusto mucho.
Un abrazo amigo

Chiara dijo...

Acabo de descubrir tu blog yyy, no sé qué decir al respecto.
Te quiero. Mucho.